Responsibilidades para niños
Una madre soltera encontró un nuevo alivio en la vida familiar cotidiana y pudo reducir la carga mediante la transferencia específica de responsabilidades a sus hijos.
Situación inicial: Sobrecarga y lo mismo cien veces.
Una madre soltera con dos hijos acudió a mí en busca de asesoramiento. En la entrevista previa, me habló mucho de su agotamiento y su cansancio. Tenía la sensación de no poder respirar y de estar constantemente limpiando lo que otros ensuciaban. Acordamos una cita para la consulta.
"Sería estupendo que hicieran algo alguna vez..."
Identificamos los problemas.
Le pregunté si tenían rutinas en la familia y si los niños conocían sus responsabilidades. Entonces se echó a llorar. “Sería estupendo que hicieran algo alguna vez. Siempre tengo que hacerlo todo yo sola. Lo dejan todo tirado y sin recoger.” La madre estaba visiblemente agotada. Siguiendo el principio de los pequeños pasos, acordamos una especie de horario. No debía querer cambiarlo todo de golpe, porque eso no funcionaría con los niños y la sobrecargaría. Seleccionamos áreas específicas en las que ella delegaría responsabilidades a los niños. Así podría dedicar tiempo al entrenamiento y mostrar a los niños lo que tenían que hacer sin reprochárselo”
Primeros éxitos y ajustes
Ella delega responsabilidades y se siente aliviada.
En la llamada telefónica de seguimiento, contó que los niños habían reaccionado de forma sorprendente. Incluso habían elegido ellos mismos las tareas y las habían asumido con gusto. Así, al poco tiempo, ya notó un alivio en la rutina matutina y en la limpieza. Por supuesto, tuvo que recordarles a los niños con frecuencia lo que se había acordado y también surgieron pequeños conflictos. Sin embargo, entretanto había comprendido que estos conflictos solo se convertían en luchas de poder si ella se dejaba llevar por ellos. Así que intentó actuar en lugar de hablar. Acordamos los siguientes objetivos y nos despedimos.
Resumen: Niños independientes, mamá más tranquila
Esta mamma participa siempre en las tertulias y acude al grupo de padres. Así puede practicar y profundizar en los nuevos métodos. Todavía me cuenta sorprendida lo mucho que esta nueva forma de relacionarse ha enriquecido su vida familiar. ¡Los niños pueden aprender habilidades para la vida al asumir responsabilidades! Contribuyen con su parte y eso les anima.